La psicología clínica es una ciencia, relativamente nueva, que está alcanzando un gran desarrollo en nuestra sociedad. Cada vez más personas buscan asistencia psicológica superando así una serie de miedos y prejuicios respecto a lo que significa acudir al psicólogo/a. Existen diferentes tratamientos psicológicos, esta actividad está ejercida normalmente por psiquiatras y psicólogos clínicos, pero hay también otros «profesionales» de dudosa titulación y formación. La eficacia de los tratamientos es muy variable, al igual que la metodología y los honorarios. Es comprensible la confusión y las dudas de las personas que acuden en búsqueda de estos servicios, es por ello que aquí se presentan algunas dudas más comunes que muchas personas manifiestan. Esperamos que os ayuden a comprender un poco mejor la labor del psicólogo clínico y el papel de la psicología.
Dudas y preguntas
Es el estudio científico del comportamiento humano, entendido no sólo como lo que un organismo hace, sino también en qué contexto lo hace y a qué niveles; la psicología estudia el comportamiento como interacción con un ambiente y no sólo como actividad, tratando de explicar por qué unas personas actúan de una manera y otras de otra distinta, pero también desarrollando métodos efectivos acerca de cómo pueden cambiar las personas su comportamiento si lo desean, ayudándoles a reducir el sufrimiento, a aprender habilidades nuevas, y a conocerse mejor a sí mismos.
La infancia te ha influido enormemente, pero también la adolescencia, la juventud, los últimos cinco años de tu vida, lo que te ocurrió ayer. Todo influye porque todo te hace aprender, y aprendes cada día de tu vida hasta que te mueres.
Si bien, la infancia es un periodo especialmente sensible a los aprendizajes, tu personalidad no se conforma en ella, sino día a día.
El ser humano es muy plástico. Hasta los aprendizajes que has hecho en las experiencias más negativas pueden ser modificados, incluso los que se remontan a la infancia.
Un psiquiatra es un licenciado en medicina y el psicólogo clínico es un licenciado en psicología. Por ello, el psiquiatra considera los problemas del paciente como resultado de que algo no funciona bien en el organismo (en el cuerpo); por el contrario, el psicólogo clínico se centra en aspectos psicológicos (cómo influyen en el problema las relaciones y situaciones sociales, familiares, las emociones propias y de los demás, la opinión y visión personal que se tiene sobre los problemas, etc.).
Esto no quiere decir que el psicólogo excluya en su tratamiento los aspectos orgánicos o que el psiquiatra haga lo propio con los factores psicológicos; sin embargo, sí debe quedar claro que ambos se diferencian en la mayor importancia que dan a lo psicológico (psicólogo clínico) o a lo orgánico (psiquiatra). En consonancia con esto, la segunda diferencia está en qué hacen ambos profesionales. El psiquiatra se ocupa, habitualmente, de diagnosticar y recetar un fármaco; y el psicólogo clínico, junto con el diagnóstico, busca analizar las dificultades específicas del paciente en su día a día y hace un plan ajustado a éstas para superarlas.
En ocasiones se requiere de una colaboración entre ambos profesionales.
Los fármacos alivian el malestar, y en ese sentido funcionan, pero no te enseñan la forma de enfrentarte y solucionar tu problema. Si estás tomando algún psicofármaco, coméntalo con tu psicólog@, pero no dejes de tomarlos de repente. La terapia psicológica puede desarrollarse aunque tomes medicación, y cuando ya hayas aprendido las estrategias de enfrentamiento, sugeriremos a tu médico que vaya reduciendo la medicación poco a poco hasta llegar a cero. Seguiremos aún con la terapia para lograr que puedas dominar y controlar tu vida sin fármacos.
Pues sinceramente, no. Pueden ser divertidos, angustiosos, interesantes, excitantes y hasta fascinantes. Pero no son mensajes que te das a ti mism@, ni son datos que nos sirven para la terapia, ni tienen una importancia especial. Cuando duermes ocurren una serie de cambios eléctricos en tu cerebro que hacen que mezclándose tus recuerdos, deseos, preocupaciones e imágenes se creen los sueños. Si despiertas en el momento preciso, eres capaz de recordarlos. Eso es todo. Ya sabes: los sueños, sueños son.
Cuando existe “dolor emocional”, en forma de emociones negativas intensas como: depresión, miedo, pánico, cólera, desesperanza
Cuando se ve afectada una o varias áreas de tu vida: relación con pareja/familia, diversiones, trabajo, descanso, alimentación, proyectos, calidad de vida, salud…
Cuando una persona significativa en tu vida (familiar, amigo) se ve afectada por el problema y/o apunta la necesidad de buscar solución.
Cuando otros especialistas (médicos, abogados…) nos aconsejan la necesidad de buscar tratamiento psicológico.
Cuando después de seguir un tratamiento psicofarmacológico, los resultados no son todo lo satisfactorios que deseas.
Con sólo una de estas razones puedes decidir acudir al psicólogo. El/ella evaluará si efectivamente puede ayudarte.
Un/a psicólogo/a es un profesional del comportamiento humano, un experto de las leyes del aprendizaje y del apoyo emocional científicamente fundamentado que asesora a personas, familias e instituciones sobre los modos de cambiar comportamientos inadecuados que producen sufrimiento y dolor. El psicólogo enseña una serie de habilidades, de técnicas y de estrategias psicológicas para conseguir que las personas afronten los problemas de forma exitosa hasta superarlos. El psicólogo trabaja como un entrenador. El psicólogo está obligado, por normativa profesional, a un comportamiento ético en la práctica de su profesión.
No estás enfermo/a. No tienes ningún virus, ni ninguna lesión; tienes un trastorno emocional, has aprendido a sentirte mal. El éxito depende de muchas variables, entre las que la más importante es tu trabajo. SÍ, tu problema se puede solucionar, a condición de que te impliques a fondo. Los datos experimentales así lo demuestran.
